miércoles, 31 de enero de 2024

H0l0causto Nazy, 4partheyd en Sudáfrica y Gen0cidi0 en Palestyna

Introducción

No pude soportar más, emocional ni intelectualmente, la narrativa en forma de tramoya que intenta poner un velo santo a la crudeza, crueldad e inhumanidad del crimen sistemático y sostenido del Estado de Israel y su réproba cúpula, contra civiles, inocentes, mujeres, niños, ancianos y desvalidos; destruyendo con toda su tecnología bélica, cualquier cosa que pueda permanecer aún en pie en la devastada tierra palestina, específicamente enla Franja de Gaza, desde residencias y refugios, hasta hospitales y mezquitas; un completo asedio feroz mal maquillado con la farsa del fetiche favorito del Occidente político: la supuesta "lucha contra el terrorismo".

Protestas en España en demandas al gobierno de este país, 2023.

Ahora que se conmemoró un nuevo aniversario del Holocausto Nazy y de la triste Noche de los Cristales Rotos, desde el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu -alias "Bibi"- para abajo, todos quienes suponen que el actual Estado de Israel es el mismo Reino de Israel de 24 siglos atrás, raza santa elegida por Dios para guiar al mundo, o simplemente quienes se aprovechan de estas creencias para manipular el mundo entre intereses meramente económicos y armamentistas, todos ellos hacen gala de su presuntuosa victimización en favor de ese experimento geoestratégico europeo llamado Israel, ideológicamente ligado a los miles de judíos asesinados por el régimen hitleriano en Europa.

Protestas de judíos en Estados Unidos, en contra de la invasión a Palestina, 2023.

A quien le haya causado extrañeza la errografía del título de esta entrada, estoy seguro que lo primero que advertió fue:

1) La lamentable necesidad de tener que disfrazar algunos términos alterando su ortografía, porque si no, una opinión como esta puede ser rastreada, bloqueada y/o borrada de internet, y

2) La relación entre esos tres hechos mencionados, igualmente lamentables de la historia del pasado siglo XX.

La relación entre esas tres tragedias de la historia reciente, lejos de ser una simple semejanza de sucesos repudiables, es más una interrelación de decisiones intrínsecas, subrepticiamente conectada por astutos discursos y excelentemente escondida, dicha interrelación, para que fuese olvidada por el mundo. Y es que el nacimiento de lo que yo llamo el "experimento geoestratégico europeo llamado Estado de Israel", en 1948, está estrechamente vinculado a la instauración del régimen racista que asoló Suráfrica durante casi toda la segunda mitad del siglo XX.

Relación geohistórica de la instauración del Estado de Israel, en menoscabo del pueblo palestino.

H0L0causto

Por más que el aparato estatal de Israel y sus defensores mejor documentados, argumenten que la llamada Palestina nunca fue un país soberano ni un territorio realmente demarcado por límites fronterizos, y que la creación de un estado judío tiene la noble -y falaz- intención de proteger a musulmanes y cristianos por igual, la realidad es que los israelitas, o hebreos, o judíos, como se prefiera llamarlos, jamás tuvieron tampoco un país puntualmente demarcado. Si nos remitimos a aquel antiguo "Reino de Israel", este era también un "país" de fronteras inexactas, apenas aproximadas, cuyo pueblo estaba disperso de forma indefinida por todo Oriente Medio. Después de todo, el llamado "fenómeno de las migraciones" no es de ahorita. Ha existido siempre.

Si bien el judaísmo sería la religión monoteísta y pretendida raza más antigua en el vasto Medio Oriente (en realidad fue el zoroastrismo, pero no entremos en detalles), no fueron nunca mayoría. Antes de la conformación de los conocidos tres grandes monoteísmos, ya el pueblo de Israel compartía esas tierras de forma medio nómada y medio asentada, con decenas de otras culturas y religiones. Al surgimiento del cristianismo y su exponencial crecimiento, a partir del siglo I, le siguió en el siglo III el surgimiento y aún más rápido auge de culturas que abrazaron el Islam antes incluso de que ningún país (o imperio, en este caso el romano-bizantino) se declarara oficiamente cristiano. Incluso, en alguna medida, el hecho de que Mahoma considerara a Jesús como el penúltimo profeta antes que él, coadyuvó a la aceptación generalizada del cristianismo como creencia antes de como doctrina. Y en esto, musulmanes y cristianos se asemejan más entre sí que entre estos y judíos.

En fin, eso explica porqué pueblos tan claramente diferenciados y distantes como los persas de la actual Irán más adentro de Asia, Turquía en la confluencia Europa-Asia, los egipcios en la confluencia Asia-África y hasta naciones como Etiopía en el África negra subsahariana, pertenezcan a los actuales países de religión oficialmente musulmana. Y en esto, claramente, se incluyen los palestinos (probablemente descendientes de los antigos filisteos), regados por todo el Medio Oriente, desde Egipto hasta los varios países sufijados en "tán" (de Kazajstán a Afganistán). Y pone evidencia una realidad que, aunque nos choque observarla, está allí: los israelíes o israelitas, son una minoría que pretende dominar y someter a una mayoría musulmana. Y eso, a pesar de que también nos choque admitirlo, sin contar que se trata de un pueblo que, a pesar de cualquier adversidad que hayan enfrentado, hace siglos que les se asocia, no en vano, a poderes económicos muchas veces hasta bizarros. Prueba de ello se halla en la famosa pieza teatral El mercader de Venecia de William Shakespeare, de 1598, basada en una historia del siglo XIV, en donde el comerciante judío negocia indolentemente, mediante estratagemis leguleyas, con la vida misma de uno de sus deudores, incapacitado de pagarle con dinero.


Advertencia: obviamente no podemos usar estas referencias culturales como fuente de prejuicios contra toda una cultura popular, pero sí nos ayuda a ver que la victimización del pueblo israelí y la religión judía, podría ser más una narrativa impuesta hoy que una verdad constatada históricamente. Es más, incluso pone en tela de juicio la destructora narrativa nazista, fundada en la misma narrativa impuesta ideológicamente sobre ellos: la de creer que la población judía quería o podía realmente acabar con alguna raza distinta a la suya. Recordemos que Chaplin y Einstein eran judíos también. El único que contribuye a esa narrativa de victimización que justifica la venganza hoy en día, es el mismo gobierno de Israel, que se constituye como el primer y principal enemigo del propio pueblo judío, al llevarlo, por la lógica autodestructiva de la víctimazación vengativa, a emular las mismas acciones eugenésicas y terroríficas, por no decir terroristas, de sus archienemigos nazistas. ¿Acaso no se ponían estos también en papel de víctimas para reclamar su derecho a venganza? Sí. Es por esto que, dentro de la comunidad judía, su misma mayoría rechaza el belicismo israelí y muchos desconocen la legitimidad jurídica del Estado de Israel. Después de todo, hacía siglos que ya no habitaban Medio Oriente, sino, como los gitanos de origen indio, habían acabado diseminados por toda Europa. Una evidencia más de que el Estado de Isral no es otra cosa que un experimento geoestratégico de los europeos y, claro, de Estados Unidos, ese acomplejado Edipo del Reino Unido.

Esto nos lleva a un punto importante que nos permite entender la relación entre el Estado de Israel y el apartheid en Sudáfrica. A finales de la década de 1960, cuando el recién nacido Estado de Israel, financiado y bien armado por Europa y Estados Unidos, había ya impuesto su posición invasora aprovechando los vestigios heredados por ellos de, nada más y nada menos, el Imperio Británico, y vencía a las naciones árabes que se les opusieron al sentir, con toda razón, que se les obligaba a aceptar un estado judío gobernado por una minoría y mandado a montar desde Europa en detrimento de la mayoría musulmana que habitaba allí, representada en el área por sus hermanos palestinos; la propaganda mediática occidental pro-israelí se hizo estratégicamente necesaria para el nuevo hegemón del mundo: Estados Unidos.

Y todo eso, sin que se diera el menor respaldo, ni del Reino Unido ni de Estados Unidos, a la mayoría palestina que ocupaba ese territorio y reclamaba también el derecho a que se le reconociera como un estado independiente. En este punto es donde el argumento de la antigüedad israelí pierde fundamento, pues ya no importa (o no debe importar) quién llegó primero, sino quienes son los habitantes mayoritarios en el lugar. La gran pregunta desde entonces ha sido ¿Y porque no se creó el Estado de Israel en algún lugar deshabitado de Europa, donde ya estaban arraigados hacía siglos?

Usualmente se nos vende la idea de que es un problema meramente religioso, de tres monoteísmos que no se toleran los unos a los otros, pero la verdad es que sus conflictos eran mucho menores y aislados en comparación con las graves crisis que asolan ahora a Jerusalén y sus alrededores desde que se impuso un extranjero estado judío en vez de legalizar el asentado musulmán. La intromisión política europea, ejecutada mediante el gigantesco éxodo organizado de judíos europeos a Palestina, desde los refugios en subordinadas islas del Mediterráneo como Chipre, fue lo que terminó de fracturar toda la sociedad del Asia Menor donde habían convivido por siglos en relativa paz las tres principales religiones monoteístas del mundo, a pesar de los imperios romano, bizantino, otomano y británico, que respectivamente, les habían gobernado.


En este contexto, de un Israel inventado sobre los vestigios imperiales británicos, como experimento geoestratégico europeo, financiado a todo dar con inyección recursos para su nacimiento, sobre todo bien armado para que se mantuviera en el tiempo, y por supuesto como enclave occidental en la puerta al mundo oriental, lo que llamaríamos, en términos del experimento, como ambiente controlado, para que el resultado fuese exitoso; es que surge el apoyo del gobierno israelí al gobierno de entonces en Sudáfrica, el del dictador John Vorster, que imponía a sangre y fuego el sistema racista del apartheid. Ambos regímenes, tanto el israelí como el apartheid, habían nacido en el mismo 1948, por lo que ya a partir de 1967, cuando Israel había garantizado su enclave con todo el respaldo occidental, también a sangre y fuego, y ya el apartheid era una estructurada y poderosa política de estado en Sudáfrica, comenzaron a establecerse relaciones económicas y diplomáticas entre ambos.


4partheyd

A partir de 1970, durante el famoso gobierno del Primer Ministro de Israel, Yitzhak Rabin, avanzaría el estrechamiento de relaciones con Sudáfrica, incluso enviando hasta allá nada menos que a su Ministro de Defensa, otro archiconocido personaje político de Israel, Shimon Peres (si no les suena, ya les resonará). El encuentro sería con el entonces homólogo suyo en Sudáfrica, Frederik de Klerk (también, si no les suena, ya les resonará). La visita de Peres a Sudáfrica fue, de hecho, un evento diríamos "clandestino", ocultado de la opinión pública por ambos gobiernos, y del que sólo se sabría después, entre 1974 y 1975, cuando se creó la "Secretaría Conjunta de Guerra Política y Psicológica", bilateral de los gobiernos de Israel y Sudáfrica. Poco después, John Vorster, Primer Ministro de Sudáfrica y reconocido ex-pro-nazista, sería recibido con todos los honores en Tel-Aviv, por insólito que parezca. Es un hecho bien conocido y documentado en la historia.

El convenio israelí-sudafricano, ideado por Peres y de Klerk, y finalmente firmado por Vorster y Rabin, consistía, inicialmente, en la guerra mediática de interés común a ambos gobiernos, destinada a limpiar su imagen y reputación en el contexto internacional. Israel usaría toda su arquitectura propagandística que impregnaba el mercado periodístico tanto interno como externo, mientras Sudáfrica pagaría jugosos dividendos a Israel para ser también maquillado ante la opinión pública. Así como la minoría blanca reprimía y oprimía a la mayoría negra en sus propias tierras, en Sudáfrica; la minoría hebrea hacía lo mismo con la mayoría árabe en las tierras de estos, ocupando abruptamente sus territorios con la anuencia occidental. Y más adelante, el convenio se ampliaría...


Imágenes del portal estadounidense The Guardian, donde se muestran dos imágenes de 1976 de John Vorster, siendo recibido con todos los honores en Israel, por Rabin, y, respectivamente, en un encuentro con el Presidente estadounidense Henry Kissinger en Alemania Occidental. Imágenes con enlace externo a los artículos originales en inglés en dicho portal.


En esa época, el discurso occidental se dedicaba a rechazar mediáticamente el apartheid en Sudáfrica, sin embargo, hoy en día ya es de común conocimiento del deplorable soslayo, en términos diplomáticos y jurídicos, que Estados Unidos y Europa mantuvieron ante aquella tragedia racista. El tema del apartheid y el enorme apoyo que recibió de parte de Israel, Estados Unidos y la Europa antisoviética, daría realmente para todo un artículo o un libro aparte, más allá de estas simples líneas. Lo que me interesa acá es destacar el poderoso aparato propagandístico pro-israelí implementado en todo Occidente, no limitado sólo al ámbito del periodismo mercenario o, como decimos los venezolanos, palangrismo, sino que sería llevado especialmente con mucha intelligence (de la CIA) a un amplio espectro de manifestaciones culturales y expresiones artísticas, cuya punta del témpano sería, como siempre, Hollywood. Es un fenómeno hegemónico que aún persiste hasta hoy alive and kicking.

Ahora bien, desde mi área de conocimiento, que es la literatura y el libro en tanto depositarios universales de los discursos culturales, me es propicio retrotraer al presente lo que ha sido una poderosa industria editorial prestada (o comprada) para la campaña pro-israelí. En este sentido, tal vez el ícono más importante de justificación cultural para Occidente de la inyección del pueblo judío en Palestina, fue la publicación en 1958 de la novela Éxodo, del escritor y periodista estadounidense de ascendencia judía León Uris, un best seller que superó en su momento el icónico récord de ventas que había sostenido por más de veinte años el clásico Gone with wind (Lo que el viento se llevó).

A lo largo de sus más de 300 páginas, Éxodo narra la historia de Katherine Fremont, una enfermera estadounidense atormentada por su temprana viudez, y Mark Parker, un periodista estadounidense de ascendencia judía (cualquier parecido con su autor es mera coincidencia) que cubre y colabora en el envío irregular de judíos, desde el campo de refugiados de Chipre hacia las costas de Palestina, en el recién creado estado de Israel. Todo esto claramente enmarcado en un contexto histórico representado por el real protagonista de la novela, un militante de la resistencia judía llamado Ari Ben Canaán, que impulsado principalmente por su rencor y frialdad, se niega a que se desarrolle el romance entre él y Katherine, creando así un triángulo de desamor entre ella, Ari Ben y Mark, quien es ex-novio de ella.

Este personaje gringo-judío, Mark Parker, en los primeros capítulos de la novela, tiene una cita con Katherine, al reencontrarla después de muchos años. Esta es una escena clave para entender los hilos políticos detrás de la escritura, edición y amplísima recepción que tuvo Éxodo en su tiempo. En la cita, que tiene lugar en un restaurante de Nicosia, capital de Chipre, Mark Parker intenta explicar a su ex-novia y ahora viuda amiga Katherine cuáles son los movimientos político-económicos que se esconden detrás del respaldo que Estados Unidos da a la creación y financimiento bélico del inventado Estado de Israel. Es así como, extrayendo un billete de un dólar de su bolsillo y ondeándolo orgullosamente en el aire a la altura de sus rostros, Mark Parker enuncia una "perla" discursiva, que pego a continuación tal y como hace ya unos años divulgué en formato de imagen vía WhatsApp:

"Mira, te presento al soldado del nuevo imperio -dijo Mark, sacando un dólar del bolsillo-. Tenemos millones de estos soldados verdes avanzando hacia todos los confines del mundo. Es la mayor fuerza de ocupación que hayas visto nunca. Será una conquista incruenta". León Uris a través de su personaje alter ego Mark Parker, en Éxodo. 1958. Traducción mía.

Tapa de una edición de los años sesenta de Éxodo, en donde puede leerse en inglés, encima del título, "más de 20 millones de copias vendidas alrededor del mundo". La ilustración del diseño representa a Katherine y Ari Ben Canaán.


"A confesión de parte, relevo de pruebas" dice un refrán de jerga jurídica. Lo curioso de esta escena es que se da como una palabra de aliento a Mark le dice a Katherine para animarla, o tal vez impresionarla (pues quiere volver con ella ya que es viuda). En el imaginario del lector norteamericano, se depositaría así la extasiante sensación de poder hegemónico sustentado en la potencialidad económica. La droga de la cultura norteamericana, en donde la metáfora del color verde del billete asociada al color verde de uniforme militar, quedaría en segundo plano como una casualidad aleatoria, bien observada por la imaginación del escritor y apenas apreciada por el lector promedio.

Pero para un lector crítico y antihegemónico -cómo deberíamos serlo todos- es precisamente esta asociación la que salta a la vista. Se trata de una justificación ideológica de la industria armamentista, de la economía belicista que ha enarbolado Estados Unidos desde finales del siglo XIX hasta la fecha. Y aún hay más en esa frase del personaje de Mark Parker: es literal la relación que él establece entre un viejo imperio y este "nuevo imperio". Se trata, pues, de cómo el Imperio Británico, principal potencia guerrerista del mundo hasta inicios del siglo XX, y que había dominado Palestina hasta entonces como una más de sus colonias, iría cediendo paso al nuevo imperio: el estadounidense. Un imperio que, distinto a monarquías como la del Reino Unido y todas sus antecesoras y contemporáneas, impondría (atención a la raíz etimológica del verbo "imponer" e "imperio", que es la misma de "emperador" y el verbo "imperar") su dominio ya no solamente con la fuerza de las armas, sino también con la astucia de la propaganda. Ambos presupuestos irían, y de hecho van hasta hoy a la par.


Gen0cidi0

Esa misma astucia de la propaganda que usó Israel, favoreciendo al apartheid para su propio beneficio, es la que se usa hoy para justificar el genocidio sobre Palestina. Y es que, además, no era sólo propaganda. Ya dije que el convenío se ampliaría, y fue así: Israel suplió de armas a Sudáfrica, y fue el propio Shimon Peres, Ministro de Defensa de Yitzhak Rabin, junto con Frederik de Klerk (ahora sí les suenan, ¿no?), su homólogo en el gobierno de Vorster, quienes inaugurarían los proyectos de energía nuclear con fines bélicos tanto en Israel como en Sudáfrica (aunque en esta no prosperaron, tontos útiles). Por razones como esta, entre otras, en 1990, el propio Nelson Mandela, en rueda de prensa al salir de la cárcel, declaró públicamente “Sudáfrica nunca olvidará el apoyo que el Estado de Israel le dio al régimen del apartheid”.

Es ahora, pues, donde los hilos de este artículo se enlazan, en el tope de la hipocresía occidental, que  llegaría al clímax de su farsa en 1993 y 1994 cuando el Premio Nobel de la Paz fue entregado, en el '93, tanto a Mandela como a de Klerk (este, años después se atrevería a declarar: "los negros deberían estar agradecidos con los blancos por que les dimos el poder para superar sus temores"); y luego en el '94, sería triple el premio para Rabin, Peres y Yasser Arafat, entonces primer líder palestino que, después de haber luchado contra Israel por casi cuarenta años, finalmente, tal vez rendido, cansado o resignado, había declarado a principios de la década de 1990 que aceptaría la existencia de dos estados, una decisión que estaría coyunturalmente ligada a la final separación de la Unión Soviética y la Guerra del Golfo Pérsico que desmembró a Irak de Kuwait (o a Kuwuait de Irak, depende como se lo vea). En fin, Occidente se había impuesto definitivamente sobre Oriente.

Sin embargo, como es evidente, la aceptación de Arafat -repito, después de cuatro décadas de lucha- de la existencia del Estado de Israel, no sería aceptada realmente por los israelías, ya que ella llevaba implícita la aceptación también de la creación del Estado de Palestina. Es así como Arafat se convierte en el primer Presidente de la Autoridad Nacional Palestina en 1994. Sin embargo, poco después, los viejos instrumentos anticuados tendrían que ser eliminados del camino, y así Rabin sería asesinado en 1995, mientras Arafat, por su parte, que había sido reafirmado electoralmente en 1996, viviría los últimos años de su vida bajo arresto domiciliario en Israel, desde 2001 hasta la fecha de su muerte en 2004. Ironías, o más bien sarcasmos, de la vida...

Mahmud Abbás (izq.), Yasser Arafat (der.). Fotografía de Reuters.

Desde 2005 ha asumido la presidencia de Palestina Mahmud Abbás, del mismo partido de Arafat, el Fatah. Sin embargo, Palestina sigue siendo una nación que Israel mantiene picada en pedazos: Cisjornadia al este, hoy granulada por la permanentemente invasión que no se ha detenido en setenta años, y Gaza en el sudoeste, gobernada por el partido Hamás, el cual se opone a la concesión hecha por Fatah (es decir, por Arafat y Abbás) a la creación de dos estados. Entendamos esto: Para Hamás es ilógico la ceptación de dos estados, uno israelí y otro palestino, pues su territorio está geográficamente separado de Cisjordania, razón por la que aún hoy se mantienen en resistencia para que sus tierras no sean invadidas como han estado siendo hasta hoy las de Cisjordania. ¿Piense usted aceptaría tener un país partido en dos pedazos separados por cientos de kilómetros de distancia? Creo que no. No es como poseer territorialmente una isla, atravesando aguas propias. No. Ni tampoco el colonialismo de ultramar que tanto adora la vieja, anciana y reacia Europa. Son cosas inaceptables hoy en día.

Esta resistencia del Hamás les ha valido un sitio y un bloqueo tanto terrestre como marítimo por parte de Israel. Gaza es, hoy por hoy, la región más afligida por el sionismo (doctrina fundada a finales del siglo XIX para imponer use estado judío en contra de los musulmanes y cristianos en Oriente Medio), es, tal como dice su nomenclatura, una franja, un territorio estrecho compuesto por la ciudad de Gaza y su periferia, en la que Israel hace derroche de todo el poder de su industria militar, atacando con bombas de fósforo que no se apagan -supuestamente prohibidas como lo fue y es el napalm-. Desde Gaza, atacan con armas apenas rudimentarias a puntos específicos en Israel, y este responde con ataques masivos donde se les antoja. Se trata, en definitiva, de una guerra asimétrica y una limpieza étnica del territorio, en donde el Estado de Israel impone a sangre y fuego su hegemonía en una vasta región donde socialmente son una minoría acomodada sobre una mayoría empobrecida... Tal cual como hacía el régimen del apartheid racista y supremacista contra los sudafricanos negros y desposeídos.

Y un detalle más, como cereza de la torta: el término "anti-semita" es hasta anti-bíblico, pues tanto el pueblo judío como el palestino son descendientes de Sem (de donde viene el término "semita") en el Antiguo Testamento. Lea la Biblia y deje de dárselas de ateo, que hoy eso ya no luce ni da luces (recomendación final que les hago desde mi corazón).


No-Conclusión

Finalmente, quiero puntualizar dos principales cosas me motivaron a escribir este texto:

1) Primero, que al enterarme de que era precisamente Sudáfrica la que llevaba a juicio en la Corte Internacional de Justicia al Estado de Israel, este enero de 2024, por el delito de genocidio y otros crímenes de guerra, reflexioné de inmediato que Sudáfrica era, sin duda, el país con mayor moral, razón y motivo para introducir tal demanda. Recordé la frase de Mandela "Sudáfrica no olvidará el apoyo que le dio Israel al apartheid". Me parecía ya oírla en boca del Presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, o al menos que diría algo al respecto. Sobre todo porque aquel pro-apartheid Shimon Peres, que había asumido la presidencia de Israel tras el asesinato de Rabin, y había llamado a elecciones anticipadas con el propósito velado de que la contienda electoral avivara el patriotismo sionista e interrumpiera los avances de los acuerdos de paz con Palestina, sería el artífice improvisado de quien asumió entonces el cargo de Primer Ministro de Israel en 1996, y que sería el más joven hasta hoy en día en ese cargo: el "Bibi" Netanyahu, quien reforzaria desde entonces y hasta hoy (en diferentes altos cargos políticos, quedando como Primer Ministro definitivamente ya desde 2009 hasta la actualidad), el sistema económico neoliberal de libre mercado, así como el negacionismo explícito a casi cualquier solicitud de Palestina por que le sea respetado su territorio. A oídos sordos, además, de los reclamos que se le hacen, al propio Netanyahu, a lo largo y ancho del planeta, por su incesante política expansionista y anexionista, de inyección permanente de colonos y asentamientos en toda una Cisjordania ocupada (¡Invadida!). Me hubiera gustado que Ramaphosa recordara algo de la frase de Mandela. Pero bueno, está bien. Asumí entonces mi turno y comencé a escribir todo esto.

2) A medida que he ido viendo todas las noticias sobre el tema del genocidio en Gaza, pasan por mi mente muchas cosas de geopolítica internacional que aprendí viendo, durante varios años, desde 2006 hasta 2019, y de lunes a viernes, aquel espacio informativo internacional de Walter Martínez, Dossier. Desde que lo pasaban en un canal venezolano poco recordado, TMT, hasta cuando pasó a ser uno de los programas más vistos en Venezuela en horario nocturno, en VTV, ya luego retransmitido en Telesur cada día. Fue gracias a Walter Martínez que comencé a entender algunos de los temas sobre los que me he atrevido a escribir todo esto. 

Walter Martínez en su Dossier

Donde sea que estés, Maestro Walter Martínez, injustamente silenciado hoy en día en Venezuela, a ti dedico estas líneas, que no se igualarán jamás al nivel y la clareza de tu entendimiento. Y como solías decir cada viernes: "Shabat Shalom, Salam Aleikum, Pax Vobis".

viernes, 9 de julio de 2021

Realidad, hipocresía y muerte

Lo que percibimos como realidad es un constructo social. Las verdades son siempre duales. Nunca sucede una sola cosa a la vez. La realidad es múltiple, oscura, confusa, diversa, divergente. Todo lo que podemos decir de ella se puede reducir a simple discurso, simple opinión, subjetividad nacida de nuestra propia cosmovisión desde la cual queremos adjetivar el mundo y nos empeñamos en juzgar al otro, desconocerlo, matarlo sea física o moralmente. Y yo estoy harto de todo esto y de la gran hipocresía global que lleva implícita. No sé si lo que hace falta es otro humanismo o, más bien, otra humanidad.

lunes, 21 de junio de 2021

De parte de los muertos

DE PARTE DE LOS MUERTOS
                              "¡Tun tun! ¿Quién es? 
                                       -Gente de paz..."

I
¿Y por la paz de Venezuela
para que cesen los partidos,
se consolide la unión
y Bolívar descienda tranquilo
a nuestras famosas catacumbas,
cuándo escribiremos?
¿Cuando se nos acaben
las flores que comemos
en marcha a esa utopía
que sirve para avanzar
hacia un horizonte
perfectamente delineado
chato de prejuicios?
¿Cuando los niños nos pregunten
ya grandes, "papá, qué es la paz";
porque por vivir en pie de lucha
de batalla en batalla
en guerrilla comunicacional
conmemorando fechas bélicas
Rodilla en tierra
Bayoneta calada
nunca lo supieron,
porque les metimos en la cabeza
que todos estos eufemismos
de la guerra, cada siguiente día
a nuestra lucha, "mi lucha",
veía Dios que eran buenos?
¿Cuando dejemos de comer cuentos,
devorar relatos,
correlatos, metarrelatos,
masticar narrativas regurgitadas
por el ave rapaz,
con mucha techné y cero poesía
mientras llega el ejército de marines
y se va el ejército de los dólares
al cual le abrimos las piernas
y las puertas de los bancos?
Leon Uris lo sabía:
"Ahora mismo miles de estos
Soldaditos verdes invaden el mundo,
es el mayor ejército invasor
de la historia"...
más peligrosos que los boinas verdes
son los billetes verdes.

II
Lástima, nación mía, que te vean
como en el mapa
como la animalita
de las piernas abiertas
de América Latina.
Paridora de próceres por parto natural
Y gallina ponedora para los
practicantes de cesáreas
que dan al César lo que es del pueblo.
¿Por qué miras para ese lado
en el mapa?
Como el caballo blanco
animalito de mi escudo
Que va sin riendas, a todo galope
Indómito, soberbio, ingenuo,
Inconsciente del peligro
que acecha al final de nuestro
monótono arco iris
¿Por qué, animalito mío
de mi corazón, ves para ese lado?
¿Le pregunto al señor que ponía
el globo terráqueo al revés en la TV
y que sacaron del aire
cuando se puso inoficial?
¿Quién sería más tuerto entre él
y el cíclope que lo expulsó
del juego?
No me preguntes cuándo
Dejaron de escribirte a ti
Para escribirse a sí mismos
y sus perfectas convicciones.
No me preguntes cuándo te dejaron
A tu suerte
Tú que creciste en el cautiverio de la colonia, sujeto,
Y te soltaron de repente
a la selva oscura de la supervivencia posmoderna
Lanzado como un objeto.
Sólo un muerto se acordó
de que debías comer
Los demás te dieron la espalda
o te contemplaron maravillados
de tu hermosa estampida
sin advertir que huías de nosotros 
Nadie se acordó que las herraduras
son para pisar firme
por tiempo prolongado
Pero perdidas tus herraduras,
gastados ya tus cascos
en la selva pedregosa
¿Quién te templa el acero ahora
Para que vuelvas, ¡carajo!?
Mira, Libertad de Delacroix,
Mira hacia delante y
Detén tu carrera,
Napoleón es ahora un tirano.
Detengamos este caballo desenfrenado
De cascos desgastados
De crin desaliñada
¡Vuelvan todos, si quieren
paz de verdad!
Y no sólo un discurso
Para quedar bien
Con el jinete irresponsable
De nuestro ocaso.

III
¿Cuándo le escribimos, pues
a la paz de Venezuela?
¿Cuando deje de tener vigencia
la pregunta célebre
"Duerme usted, señor Presidente"?
¿Está usted en paz consigo mismo?
¿Le basta con acusarnos de trasnochados?
¿Acaso no se trasnocha el padre
Cuando se preocupa por su hija
Y se ocupa en atenderla?
¿Acaso no se trasnocha el estudiante
Cuando intenta prever su futuro
Y no puede y se indigna?
¿No tiene derecho a manifestar
Su preocupación trasnochándose
En una vigilia, vela en mano?
¿Acaso no se trasnochan la esposa
Y el esposo, preocupados, para ocuparse en el cuido mutuo?
¿Acaso no se trasnocha el amante
Que extraña a su amada
En otro país,
Y lo único que puede hacer es
nada salvo preocuparse
desprendiendo los pétalos del tiempo?
¿Acaso no se ha trasnochado usted
Señor presidente, o sólo duerme
Aun sabiendo que hay peligro
Y la noche es larga y tensa
Y nadie hay que le oiga?
¿Alguna vez padeció trasnocho?
¿Alguna vez se ha preocupado?
¿Acaso la vigilia es un pecado?
¿Acaso estas pobres metáforas
delinquen contra el Estado?
Qué fastuosa su paz de alfombra roja
¿Cuándo no es Pascua en diciembre,
Zar de los suplementos alimenticios?
¿Cuándo descenderá usted también
a estas catacumbas
en que nos trasnochamos
los que, muertos en este
inmenso campo de paz,
silencio y resignación
escribimos tantas elegías a diario?
"Bajo la luz de la luna
danzan los esqueletos"

IV
¿Cuándo le escribimos, pues,
Magnánimos poetas oficiales
Consagrados funcionarios
eximios militantes,
firmantes de este segundo pacto
que excecra al trasnochado
eterno "coco" de las hegemonías,
fantasma que camina y recorre
esta tierra de-(s)-gracia?
¿Cuándo habrá humildad y dolor
en vuestros versos arrogantes?

V
Y usted, el que ostenta un solo oído,
cómo Van Gogh (lo felicito),
para escuchar sólo lo que le conviene
de ese ladito predilecto del que
paga bien, siempre
a la diestra del Dios Padre
Todopoderoso, todotentacular...
¿Cuando le dedicará usted
un canto a las víctimas
de esta paz monocorde?
¿Cuando "el hacha de los santos"
se (tras)torne en Torquemada?
¿Cuándo, díganme ustedes
honorables intelectuales,
elocuentes creadores, imaginadores
inmaculados, incorruptibles
¡incapaces!
... de romper un plato
o alterar la paz frente a la lápida,
producirán una obra que salve
el alma y la ventura de nuestros hijos?
¿Cuándo sean sus propios rostros,
los más gobierneros,
los que puedan anotarse para hacer
propaganda contra el desarme
en los afiches del Metro de Caracas?
¡Desarma la violencia, anótate a la paz tú antes que nadie!
¡Tú, el que no apareces en ninguno
de esos afiches!
¡¿Por qué escondes la cara?!
¿Cuándo lo harás?
¿Cuándo lo haremos?
¿Cuándo la paz dejará de ser un discurso de para aqueos
y una emboscada para troyanos?

VI
Yo estoy muerto
Tirado en la misma fosa común
Donde están
los que de tanto soñar despiertos
murieron con el cerebro colapsado
de tanto pensar y hacer y sentir
y todo al mismo tiempo
Ambiciosos que creímos
Que podríamos hacer del mundo
Algo mejor para todos
Pero terminamos
Rodeados y solitarios
Lanzando palabras al vacío
hondo de la inercia social
de la cual participan sobre todo
los que quieren escribir para la paz
Pero no en paz ni por la paz.
A nosotros nos mataron ustedes
Que lo único que aprendieron
A hacer con sus manos
Fue escribir loas al Poder.
Nosotros estamos con los
Derrotados, por eso
Ya no complacemos a nadie
Porque no tenemos nada que perder.
Llamennos, sólo llámennos
Cuando vayamos todos a escribir
el presente para nuestros hijos
Sin palabras inocuas,
Sin arar en el mar
Y sin que la paz sea un acuerdo
firmado sobre la arena
como siempre
en esta Gran Colombia
de cuero seco
Desde el Esequibo
Hasta, (¡Que irónico!)
El Pacífico.
Aquí es donde termino y temo por ti
Fantasioso país en movimiento inerte
que ayer estaba al borde del abismo
y hoy da un paso al frente

domingo, 20 de junio de 2021

Mensaje para el final de la noche en el Día del Padre

Me llamo Isaac... 
Morales es mi apellido paterno.
Lo poco que sé del hombre que puso su libido para gestarme, lo hace desmerecer el título de Padre.
Fue una tormenta que pasó por mi casa.
Un aullido de lobos en la noche montañosa. 
Un cascabel de sorna contra la mujer.
Un manantial de vómitos colosales.
Un perro herido que sólo aprendió a morder a quien tocaba su herida
Una huella indeleble en lo aciago de mi infancia,
en el desasosiego de las carencias,
Hasta que un día descubrí
que mi padre era yo mi mismo
que mi padre debía ser yo mismo
que yo estaba obligado por la vida
a ser mi propio padre
que yo mismo debía ser todo lo que yo hubiese querido tener como padre
difícil tarea esta de desdoblarse, de asumir el rol de un personaje desconocido sacado de una hoja en blanco
tal vez manchada a rayones.
Debí ser lo que nunca tuve
Hacer lo que ningún hombre hizo por mí jamás:
trabajar, estudiar, sostener, cuidar, aconsejar, sacrificarme por mí mismo, ser yo mismo Isaac y Abraham a la vez...
Aprender a suicidarme no fue fácil
costó horas infinitas de insomnio
Costó una condición psicolingüística de hipergrafía
Costó ser al mismo tiempo cosas contrarias, antítesis
ver lo complementario en todo lo que me estorbaba,
Ver el estorbo en todo lo que me facilitaba la vida
Yo debía aprender, y para ello me reprendí, me regañé,
Debí aprender a ver el lado positivo de los defectos y el negativo de las virtudes
Cometer autoburla
Darme corrientazos con los cables de la amistad
Machacarme las uñas con el martillo del amor
Cortarme los dedos con el cuchillo de la convicción
Pisarme la mano al cerrar las puertas que cerré estruendosamente detrás de mí
Convivir con el dolor de la vida
Ser mi propia columna, mi propio apoyo, mi propia reprimenda para ser mejor cada día...
En todo este proceso no me quedó otra opción que aprender a perdonar al de la libido que me procreó
Perdonar a Dios, perdonar al mundo,
Tuve que aprender a perdonarme a mí mismo también, perdonar a quien me faltaba, a quien me fallaba, a quien me sobraba y a quien oprimía
Todos eran yo mismo
Caí en cuenta un día de que no podemos culpar a nuestros padres de las insanías propias
Que todos estamos plagados de defectos, que nuestros hijos son seres susceptibles e impresionables y el más mínimo error nuestro queda tatuado en su subconsciente.
Pero olvidan... Gracias a Dios, los niños olvidan...
Restan importancia a lo que no les da alegría. Así deberíamos ser todos.
Perdonar y luego olvidar...
De qué sirve la memoria si mantiene vivo el trauma, abiertas heridas que no cicatrizan, dolores que no se alivian...
La memoria debe ser un río, no un charco.
Y la vida un viaje, no un destino.
Estamos destinados es a viajar, a conocer el mundo, a perdonar y a avanzar, avanzar, avanzar...
Dejar lo que sobra atrás...
Olvidar sin despedidas...
Abandonar sin dolor...
Avanzar con fe...
Yo tuve un padre.
No supe quién era en realidad.
O ya olvidé
si era un hombre despreciable, si era Dios, si era yo mismo.
Si tuviera que escoger uno, sin duda sería a Dios, pero no a uno impuesto, imperturbable, indolente, represivo
Sino a uno que llevo conmigo
Aquí
Justo en medio de los otros dos padres que tuve
Que se la pasaban discutiendo
Justo en medio del biológico y el psicológico
Que nunca tuvieron la oportunidad de conocerse...
Yo me llamo Isaac
Morales es mi primer apellido
Fernández es mi segundo apellido
Y ya
Para los fines prácticos de la vida
Eso es lo que importa.
Que me llamo Isaac
Y no importa si nunca tuve un padre.

jueves, 16 de abril de 2020

Carta abierta de un chico feo para un viejo rubio, o Ugly Kid Joe Vs. Donald Trump


Carta abierta de un chico feo para un viejo rubio

o Ugly Kid Joe Vs. Donald Trump




Tenía mucho tiempo sin escribir un artículo político. De verdad quienes me conocen saben que en un tiempo atrás fui muy activo al respecto, pero tantas contradicciones en nuestro política nacional me hicieron alejarme de todo eso. Porque al final uno no sabe a quién ataca y a quién beneficia cuando escribe. Y en un mismo sector político habrá siempre quien te utilice y quien te hunda, así que ante eso es preferible, sin duda, alejarse. Una de las cosas que he concluido con el tiempo es que escribir un artículo de opinión política, más que un dedo acusador/denunciador debe ser siempre un ejercicio de conciencia y autoconciencia. Por aquello de que cuando yo apunto con un dedo, los otros cuatro dedos me apuntan a mí. No se puede ser crítico sin ser autocrítico, y la autocrítica no puede ser una licencia para meter la pata en equipo indolentemente. La autocrítica es sobre todo un ejercicio personal, y quien no es capaz de ejercerla consigo mismo, no tiene moral para arengar con el lugar común de moda “seamos autocríticos”. No. Ese imperativo no se conjuga en plural, sino en singular. Yo tengo que ser autocrítico de mí mismo, de lo que hago, y sólo así puedo de verdad transformarme y trascender. De lo contrario, es muy fácil esconderse en el grupo, camuflarse, sobre todo cuando se trata de un partido, o mejor decir, de una partida de soberbios culpables que apenas logran admitir que son humanos más por excusa fácil que por compromiso humanístico.

Este preámbulo me sirve para referirme de nuevo a quienes me conocen de hace mucho más tiempo, y saben que bajo toda esta retórica de escritor, está un rockero inconforme. En este sentido una de mis bandas favoritas de toda la vida fue Ugly Kid Joe. Esta fue una banda estadounidense escasamente conocida en los noventas. Su relativa fama se debió sobre todo a su versión de Cats in the cradle de su primer disco completo America's least wanted. El título del álbum es un juego de palabras que puede entenderse como “el menos buscado de América” o también “América es la menos querida”. Además, destaca en ese título que la tipografía de la palabra “least” (el o la menos) simula una escritura manual como con tiza, de manera que destacan aparte, con tipografía de imprenta, las palabras “America's - wanted”, que puede entenderse incluso como esos letreros que veíamos en la películas del Lejano Oeste: “America se busca”... como una criminal, y obviamente sabemos que como argot yanki no se refiere al continente entero. Es pues, sin duda, un título ingenioso, lúdico y polisémico.

La portada del disco causó furor y fue prohibida cuando salió en 1994, ya que representaba al personaje icónico del grupo, un niño pobre, con los pantalones remendados, granos en la cara, el cabello descuidado, visible debajo de una gorra con la visera hacia atrás. Este personaje, que no es otro que “el chico feo Joe” que le da nombre al grupo, aparecía en la portada del álbum en una grotesca caricatura de la Bahía de Manhattan, haciendo de la Estatua de la Libertad, pero en su mano derecha alzada no había una antorcha, sino su mano sola con el dedo medio levantado en gesto vulgar, mientras en su mano izquierda no sostenía la tablilla de la Constitución con la fecha de la Independencia, sino que tenía palabra “skin” (piel) con la silueta de una mujer desnuda, lo cual sugería ser una revista erótica. Como decía, la portada fue prohibida en Estados Unidos, sin embargo, no lo suficientemente rápido como para que el disco no llegara así al resto del mundo. Yo compré mi cassette original, con la portada prohibida del America's least wanted (que aún conservo) en la única tiendita musical que había en esa época en mi pueblo, Santa Teresa del Tuy, en “El Mache”, en 1995. Por su parte, los de Ugly Kid Joe se vieron obligados en aquel momento a cambiar la portada de su disco para que pudiera venderse libremente en su propio país. En la nueva portada la crítica sarcástica no dejó de estar presente, por lo que ahora el chico feo Joe aparecía con cara de amedrentado, sobre un fondo vacío blanco, amordazado, amarrado; esposado, su mano “grosera” ahora vendada como si le hubieran cortado el dedo y además con las piernas encadenadas con candado y grillete. Toda la tipografía se conservó en el diseño.

Ugly Kid Joe fue una de esas bandas de la onda alternativa/grunge que insurgían del seno de la sociedad gringa para criticar visceralmente los vicios de su propio país, de su propia cultura y de su propio gobierno. Y, junto con Nirvana, Metallica o Pantera, que eran las más famosas, UKJ yo la escuchaba apasionadamente y sin parar. La etiqueta del cassette traía las letras de las canciones y yo las cantaba, y así también aprendía inglés tratando de traducirlas. Yo me podría detener y explayar aquí para hablarles, como el melómano que soy, de cada una de las trece canciones, algunas más interesantes que otras, con anécdotas y todo, pero sería desviarme mucho más de lo que quiero expresar en esta nota. El asunto es que desde siempre, mi canción favorita de ese disco fue la titulada Panhandlin' Prince, cuya traducción sería “El Príncipe de la Mendicidad”, o en un término más coloquial, “El Principe Pordiosero”. El verbo to panhandle” significa “pedir”, pero en el sentido de pedir dinero o comida en la calle, mendigar, pordiosear. Por extensión, el término también está asociado al andar desnutrido o hambreado por las calles, al más raquitico de un grupo y se usa además para referirse a las zonas marginales o al “cinturón” de pobreza de las grandes ciudades. De manera que el príncipe de nuestra canción es de cualquier estrato social menos de la realeza. Es obviamente un título irónico. Ahora bien, ¿qué se ironiza con la canción Panhandlin' Prince? ¿Y qué tiene que ver este artículo con Donald Trump?

Tengo, como podrán ver, cerca de 25 años escuchando con todo gusto esta canción, con afecto y predilección. Por supuesto, la fiebre de los noventas pasó hace ya mucho, pero en mi memoria están todas las canciones, aunque no todas las letras de ellas las recuerdo con exactitud. Por ello, en estos días he estado recordándola y pues, luego de algún tiempo la he oído de nuevo, con atención a la letra, y me ha sorprendido escuchar la frase suelta “Yo, Mister Trump”, en la coda de la canción. El “Yo” no lo estoy traduciendo, no se refiere al pronombre en español en primera persona. Es la versión “malhablada” (slam o coloquial) del pronombre en segunda persona “You” (tú). De manera que es la forma desenfadada e irreverente de decir algo así como “Epa, tú, señor Trump”. Esto me hizo desempolvar recuerdos de la primera referencia que alguna vez tuve yo, y seguro todos los que leen esto, de ese tal Donald Trump. En mi caso, la primera vez que supe que ese “señor” existía fue gracias al Príncipe de la mendicidad. En la canción, este “príncipe” (duque o barón), que vive en la extrema pobreza, le pide de la manera más irreverente e irrespetuosa: “Epa, tú, Señor Trump, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Tienes algún dinero extra para mí, mamón? (uso “mamón” por traducción directa de “sucker”, aunque en Latinoamérica sea un argentinismo, pero sabemos el doble sentido que tiene esta palabra tanto en inglés como en perfecto venezolano: ¿mamón o mamador de qué? No voy más allá por respeto a los lectores, aunque es bueno saber que “sucker” puede entenderse en general como “pendejo”). Y sigue ese pedazo: “Porque soy un oprimido y excluido (“down and out”) y no hay duda de que aquí me voy a quedar”. Y agrega “Sí, tú me ves tirado con mis hermanos en la cuneta, con mi bolsa de papel en la mano. Sí, hay frío en las calles, pero al menos tengo un alma... y es todo lo que necesito”.

Ahora bien, esta es la coda de la canción. La letra completa en inglés, que no tiene desperdicio, se las pondré al final de esta nota con una traducción mía, como anexo.

Entonces, me interesa referirme al hecho de cómo es referenciado Donald Trump por Ugly Kid Joe en 1994: como un millonario indolente, sin ninguna preocupación por la especie humana, y menos aún de manera específica por los pobres, sin ninguna preocupación de índole social. A mi generación, la Generación X, que en el caso de Estados Unidos es la que actualmente vota, se nos presenta Donald Trump como un magnate despreciable, y sin embargo, como las ironías de la vida suelen exceder la imaginación, es esta misma generación la que lo hace y acepta Presidente...

No voy a detenerme tampoco en toda la crítica que podamos hacerle al mecanismo electoral estadounidense. No es mi intención hacer análisis profundos en este texto que simplemente escribo desde mi subjetividad generacional, tal vez más desde mi ingenuidad de escritor, y más aún desde mi actitud contestataria de rockero venezolano en un mundo globalizado. Tampoco quiero dedicarme aquí a malgastar esfuerzos en hacer una reconstrucción histórica del origen de Donald Trump. Que otro le haga ese favor. Todos saben que es uno de los empresarios más exitosos del mundo. En cuanto a mí, ya voy al grano con lo que me ha motivado a escribir esto.


¿Es este individuo, Donald Trump, despreciado por los rockeros de mi generación, llegado por artilugios electorales a la presidencia imperial norteamericana, el mismo que hoy perjudica económicamente a mi país, en nombre de unos ideales que nosotros, al menos desde 1994 (un cuarto de siglo ya), sabemos que nunca ha tenido? Sin duda, es el mismo. El mismo que, debido a esa indolencia casi sociopática, tiene hoy a Estados Unidos en el primer lugar de casos de la pandemia que aflige a la humanidad. Tampoco voy a especular repitiendo que este virus de laboratorio fue invento gringo ordenado por él, sin embargo, para mí no sería algo para extrañarme. Ese tema delicado, competente a los expertos en el tema de la salud, tampoco me interesa desarrollarlo acá.

Mi punto es que me parece insólito que ese “personaje” que es Donald Trump, tenga hoy en día el poder suficiente como para decidir, sentado sobre su gordo trasero en la Casa Blanca, qué país o qué empresa tiene o no derecho a comercializar o tener cualquier tipo de relación con Venezuela. Eso se llama, aquí y en cualquier parte del mundo, injerencia. Y digo de una vez que me parece terrible que existan venezolanos capaces de apoyar esas medidas coercitivas económicas contra Venezuela, que en situaciones normales es injusticia, pero en situaciones de pandemia global dan cuenta de una demente maldad comparable a las que harto se conocen desde la historia antigua.

Esto no tiene nada que ver con cómo evaluamos la gestión del gobierno actual en nuestro país. Yo la aprobaría, acaso, como diría un profesor, con la mínima nota necesaria para pasar la materia. En cuanto a usted, puede estar en absoluto acuerdo o desacuerdo con la gestión de Nicolás Maduro, no voy a desgastarme ni acusándolo ni mucho menos justificando sus decisiones o defendiéndolo. De mí, no lo necesita ni yo necesito hacerlo tampoco. Hablo como un padre de familia, como doliente de la gente que veo en la calle pasar trabajo, necesidad, hambre, miseria, y todos esos males (incluyendo la alienación) que oprimen a Latinoamérica gracias a los “ideales” estadounidenses y a nuestra manía de querer estar refundando el país a cada rato, desde el sinsentido de la redundancia gobiernera. El tema, repito, no es si el gobierno venezolano lo hace bien o mal. Eso me parece irrelevante ante el hecho de que sepamos cómo mercancías de todo tipo, incluyendo alimentos y medicinas, son prohibidas de ser traídas a Venezuela porque, simplemente, Donald Trump así lo ha ordenado. El único ideal que al menos yo veo en él, gracias a la canción de UKJ desde 1994, y en quienes le siguen, es el del supremacismo, el de la indolencia, el capitalismo más puro y egoísta, el ejercicio inconsulto del poder económico y mediático enhebrando los hilos del poder político, la desfachatez, la insensibilidad, la inhumanidad. Eso es lo que, gracias al chico feo Joe y su Príncipe Pordiosero, veo en Trump.

Esto es, y disculpen si sueno más visceral a continuación, como que usted sea de oposición y está interesado en que, en el seno de su familia, su hermano y su papá, que son oficialistas ambos, desee convencerlos de que están equivocados. ¿Qué necesitaría usted del líder opositor que pueda existir en su comunidad?: ¿que le prohíba a todos los miembros de la familia ir a comprar a la bodega o a la farmacia, hasta que su papá y su hermano chavistas se pasen para la oposición o se vayan de la casa? ¿Y mientras haya chavistas ahí entonces nadie come en la casa, el hogar será “bloqueado”? ¿Usted apoyaría eso? Pero empeoremos la comparación para aquellos que aún creen que Maduro es un dictador. Imagine que usted es una mujer maltratada en casa, y entonces, para forzar al marido maltratador a que no le pegue más, llegara el vecino que vive cómodamente en frente y le pusiera un candado en la puerta para que nadie salga a comprar comida hasta que el marido no se tire por la ventana. ¿Y si al tipo no le da su gana de lanzarse, entonces la mujer no va a comer más ni a recibir atención? ¿Y los niños tampoco? ¿Así aún se nota lo ilógico, hace falta otro ejemplo más contundente? Lo siento, no tengo más ni quiero poner peores, aunque podría. El punto es: ¿tiene alguna lógica todo esto? Yo insisto: ¿realmente podemos aceptar que Donald Trump nos gobierne desde afuera, controle nuestras relaciones internas e internacionales, reprima nuestras capacidades geopolíticas, maneje nuestra supervivencia a su antojo, nos manipule sólo porque se cree el policía del mundo? ¿Son los Estados Unidos de América por qué, porque gobiernan todo el continente como les da la gana entonces? ¿Es eso lo que debemos aceptar sin hacer nada salvo permitírselo? ¿Tanto odio o resentimiento hay en nuestros corazones? Y al final de cuentas: ¿acaso es Maduro, el "marido maltratador", quien sufre por todo eso? Yo creo que no. Él se ve bastante tranquilo, en realidad.

En resumen: Trump, que jamás se ha preocupado por los pobres, por los príncipes pordioseros, que como presidente de Estados Unidos sólo está interesado, como todos, en los recursos nuestros, ¿cómo fue que adquirió en este planeta Tierra, la potestad para decidir cuáles países y empresas comercian con nosotros y cuáles no? ¿Quién le dio ese poder? ¿Nosotros? ¿Los votantes gringos? ¿O sólo su dinero y su poder económico-mediático? Y si es así, ¿este es el mundo que queremos vivir, en el que un millonario petulante que gobierna en otro país decida cuándo y cómo tenemos derecho a decidir sobre nuestras propios destinos como nación? ¿No podemos ser capaces de superar nuestras diferencias internas? Yo estoy de acuerdo con que seamos opositores todos, pero opositores al enemigo común, o vamos a seguir “oponiéndonos” entre nosotros mismos? ¿O usted cree que su enemigo es el gobierno de Maduro, o sus funcionarios, o yo¿O usted,  caso contrario, cree que su enemigo es el opositor, el antichavista? ¿Usted no tiene familiares, amigos o vecinos iguales a usted que forman parte de este gobierno de alguna manera, lo apoyen o no (porque funcionarios públicos opostores hay millones)? Todos tenemos derecho y deber de criticar todo lo que creamos criticable del gobierno porque somos venezolanos, pero criticar es para qué: ¿para destruir o para construir?

Y digo más, el primer y más poderoso enemigo nuestro tampoco es en realidad Donald Trump ni Estados Unidos, ni la CIA, ni el Imperialismo, ni quienes lo apoyan... No. Ninguno de ellos. El primer y más poderoso enemigo nuestro somos nosotros mismos, esclavizados por nuestros propios prejuicios, nuestra propia soberbia, nuestra propia ideología castradora, nuestra no aceptación del otro, nuestra manía de criticar y quejarnos por todo sin aportar nada, nuestro paternalismo estatal entronizado en las venas, nuestra falta de consciencia sociocultural, nuestra falta de sensiblidad, nuestra creencia férrea en que somos los dueños de la verdad y los demás son unos ignorantes, y estos errores los cometemos todos los días. Yo mismo he caído en esos errores, lo admito y no me voy camuflar entre el grupo, como dije al principio. Pero lucho contra eso, es decir, contra mí mismo, para ser útil a mi patria y a mi prójimo. No me enfrasco en luchar contra nadie más que en contra de mis propios defectos, prejuicios y errores... Porque amo y porque sólo el amor vale la pena mantenerlo como la causa más justa de nuestras acciones en la vida.

Ahora, si usted considera que la única alternativa que hay es destruir al país con la loable ayuda del Presidente Trump, en medio de los errores garrafales del gobierno de Maduro, perdóneme, pero yo me pongo en la cuneta, hermanado con el chico feo Joe y el Príncipe pordiosero. Además, he escrito en contra de cada presidente de Estados Unidos, me faltaba el encopetado este, y agradezco a Whitfield Crane, vocalista de UKJ, por haber cantado alguna vez esta canción inspiradora para mí, cuya letra, ahora sí, para cerrar, les dejo acá:



PANHANDLIN' PRINCE, UGLY KID JOE
PRÍNCIPE PORDIOSERO, EL CHICO FEO JOE



Sittin' on a rusty park bench baby, not much else to do
Sentado en un oxidado banco en el parque, nena, sin mucho más que hacer

Smoke cigarettes and drink my Mickey's fine malt liquor brew
fumar cigarrillos y beber mi licor de malta fina de Mickey

As I start drinkin' and I start thinkin' that death is on my side
Así comienzo a beber y a pensar que la muerte está de mi lado

If my heart stopped beatin', the street kept reekin' that's suicide, that's right!
Si mi corazón dejó de latir, la calle siguió apestando, eso es suicidio. ¡Correcto!

I grew up in the inner city, a dark part of this town
Yo crecí en el interior de la ciudad, una parte oscura de este pueblo

Just another innocent backwoods victim, society like to put down
Sólo otra inocente víctima de estos bosques a la que la sociedad le gusta reprimir

You can call me a boozer, or call me a loser, it really doesn't matter to me
Ustedes pueden llamarme borracho, llamarme perdedor, eso realmente no me importa

I got a bench for snoozin', some sauce to keep boozin', that's all I need
Tengo un banquillo para dormir, algo de alcohol para seguir ebrio, eso es todo lo que necesito

I keep it comin' sometimes I don't know why, ooh! yeah, I'm gonna do it 'til the day I die. Yeah!
Sigo viniendo a veces, no sé por qué, oh!, sí, y lo voy a hacer hasta el día que me muera. ¡Sí!

Consider me the duke as I dine in your dumpster, unsanitary engineer
Considérame un duque mientras ceno en tu basurero, Ingeniero de la Insalubridad

Baron of the bench the panhandlin' master, well, I'm pullin' twenty G's a year
Barón del banquillo, maestro de la pordiosería, bueno, estoy drogándome veinte veces al año

I know it ain't much but at least I'm in touch, yeah, with reality
Sé que no es mucho, pero al menos estoy en contacto, sí, con la realidad

And I wouldn't trade no places to be in rat races, no siree!
Y no cambiaría ninguno de estos lugares por estar en carreras de ratas, ¡no señorín!

I keep it comin' sometimes I don't know why, ooh! yeah, I'm gonna do it 'til the day I die.
Sigo viniendo a veces, no sé por qué, oh!, sí, y lo voy a hacer hasta el día que me muera.

Yo, Mr. Trump, can I ask you a question, you have some spare change for me, sucker?
Epa, tú, señor Trump, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Tienes algún dinero extra para mí, mamón?

Now I'm down and out and there ain't no doubt that I am here to stay
Ahora soy un oprimido y excluido y no hay duda de que aquí me voy a quedar

Yeah you see me with my brothers lyin' in the gutter with my... my paper bag in hand
Sí, me ves tirado con mis hermanos en la cuneta con mi... mi bolsa de papel en la mano

Yeah the streets are cold but at least there's soul... all I need...
Sí, hay frío en las calles, pero al menos tengo un alma... y es todo lo que necesito...

Hey yo, Trump, good job!
¡Epa tú, Trump, buen trabajo!

You'll take away my peace of mind, you'll leave me there to rot and die, yeah!
Tú te llevarás mi paz mental, me dejarás ahí para que me pudra y muera, ¡sí!

But look again, my careless friend, the world you live is just a lie, yeah.
pero mira de nuevo, mi descuidado amigo, el mundo que vives es sólo una mentira, sí.

It's a give and take, the more the fake, the more the pain, the more you lose, yeah!
es un dar y quitar, a mayor falsedad, mayor dolor, y más lo que pierdes, ¡sí!

So live your life, don't take no sides, n' seize the day and drink your booze...
Así que vive tu vida, no tomes partido, aprovecha el día y bebe tu trago...

Isaac Morales Fernández. Caracas, abril de 2020