lunes, 21 de junio de 2021

De parte de los muertos

DE PARTE DE LOS MUERTOS
                              "¡Tun tun! ¿Quién es? 
                                       -Gente de paz..."

I
¿Y por la paz de Venezuela
para que cesen los partidos,
se consolide la unión
y Bolívar descienda tranquilo
a nuestras famosas catacumbas,
cuándo escribiremos?
¿Cuando se nos acaben
las flores que comemos
en marcha a esa utopía
que sirve para avanzar
hacia un horizonte
perfectamente delineado
chato de prejuicios?
¿Cuando los niños nos pregunten
ya grandes, "papá, qué es la paz";
porque por vivir en pie de lucha
de batalla en batalla
en guerrilla comunicacional
conmemorando fechas bélicas
Rodilla en tierra
Bayoneta calada
nunca lo supieron,
porque les metimos en la cabeza
que todos estos eufemismos
de la guerra, cada siguiente día
a nuestra lucha, "mi lucha",
veía Dios que eran buenos?
¿Cuando dejemos de comer cuentos,
devorar relatos,
correlatos, metarrelatos,
masticar narrativas regurgitadas
por el ave rapaz,
con mucha techné y cero poesía
mientras llega el ejército de marines
y se va el ejército de los dólares
al cual le abrimos las piernas
y las puertas de los bancos?
Leon Uris lo sabía:
"Ahora mismo miles de estos
Soldaditos verdes invaden el mundo,
es el mayor ejército invasor
de la historia"...
más peligrosos que los boinas verdes
son los billetes verdes.

II
Lástima, nación mía, que te vean
como en el mapa
como la animalita
de las piernas abiertas
de América Latina.
Paridora de próceres por parto natural
Y gallina ponedora para los
practicantes de cesáreas
que dan al César lo que es del pueblo.
¿Por qué miras para ese lado
en el mapa?
Como el caballo blanco
animalito de mi escudo
Que va sin riendas, a todo galope
Indómito, soberbio, ingenuo,
Inconsciente del peligro
que acecha al final de nuestro
monótono arco iris
¿Por qué, animalito mío
de mi corazón, ves para ese lado?
¿Le pregunto al señor que ponía
el globo terráqueo al revés en la TV
y que sacaron del aire
cuando se puso inoficial?
¿Quién sería más tuerto entre él
y el cíclope que lo expulsó
del juego?
No me preguntes cuándo
Dejaron de escribirte a ti
Para escribirse a sí mismos
y sus perfectas convicciones.
No me preguntes cuándo te dejaron
A tu suerte
Tú que creciste en el cautiverio de la colonia, sujeto,
Y te soltaron de repente
a la selva oscura de la supervivencia posmoderna
Lanzado como un objeto.
Sólo un muerto se acordó
de que debías comer
Los demás te dieron la espalda
o te contemplaron maravillados
de tu hermosa estampida
sin advertir que huías de nosotros 
Nadie se acordó que las herraduras
son para pisar firme
por tiempo prolongado
Pero perdidas tus herraduras,
gastados ya tus cascos
en la selva pedregosa
¿Quién te templa el acero ahora
Para que vuelvas, ¡carajo!?
Mira, Libertad de Delacroix,
Mira hacia delante y
Detén tu carrera,
Napoleón es ahora un tirano.
Detengamos este caballo desenfrenado
De cascos desgastados
De crin desaliñada
¡Vuelvan todos, si quieren
paz de verdad!
Y no sólo un discurso
Para quedar bien
Con el jinete irresponsable
De nuestro ocaso.

III
¿Cuándo le escribimos, pues
a la paz de Venezuela?
¿Cuando deje de tener vigencia
la pregunta célebre
"Duerme usted, señor Presidente"?
¿Está usted en paz consigo mismo?
¿Le basta con acusarnos de trasnochados?
¿Acaso no se trasnocha el padre
Cuando se preocupa por su hija
Y se ocupa en atenderla?
¿Acaso no se trasnocha el estudiante
Cuando intenta prever su futuro
Y no puede y se indigna?
¿No tiene derecho a manifestar
Su preocupación trasnochándose
En una vigilia, vela en mano?
¿Acaso no se trasnochan la esposa
Y el esposo, preocupados, para ocuparse en el cuido mutuo?
¿Acaso no se trasnocha el amante
Que extraña a su amada
En otro país,
Y lo único que puede hacer es
nada salvo preocuparse
desprendiendo los pétalos del tiempo?
¿Acaso no se ha trasnochado usted
Señor presidente, o sólo duerme
Aun sabiendo que hay peligro
Y la noche es larga y tensa
Y nadie hay que le oiga?
¿Alguna vez padeció trasnocho?
¿Alguna vez se ha preocupado?
¿Acaso la vigilia es un pecado?
¿Acaso estas pobres metáforas
delinquen contra el Estado?
Qué fastuosa su paz de alfombra roja
¿Cuándo no es Pascua en diciembre,
Zar de los suplementos alimenticios?
¿Cuándo descenderá usted también
a estas catacumbas
en que nos trasnochamos
los que, muertos en este
inmenso campo de paz,
silencio y resignación
escribimos tantas elegías a diario?
"Bajo la luz de la luna
danzan los esqueletos"

IV
¿Cuándo le escribimos, pues,
Magnánimos poetas oficiales
Consagrados funcionarios
eximios militantes,
firmantes de este segundo pacto
que excecra al trasnochado
eterno "coco" de las hegemonías,
fantasma que camina y recorre
esta tierra de-(s)-gracia?
¿Cuándo habrá humildad y dolor
en vuestros versos arrogantes?

V
Y usted, el que ostenta un solo oído,
cómo Van Gogh (lo felicito),
para escuchar sólo lo que le conviene
de ese ladito predilecto del que
paga bien, siempre
a la diestra del Dios Padre
Todopoderoso, todotentacular...
¿Cuando le dedicará usted
un canto a las víctimas
de esta paz monocorde?
¿Cuando "el hacha de los santos"
se (tras)torne en Torquemada?
¿Cuándo, díganme ustedes
honorables intelectuales,
elocuentes creadores, imaginadores
inmaculados, incorruptibles
¡incapaces!
... de romper un plato
o alterar la paz frente a la lápida,
producirán una obra que salve
el alma y la ventura de nuestros hijos?
¿Cuándo sean sus propios rostros,
los más gobierneros,
los que puedan anotarse para hacer
propaganda contra el desarme
en los afiches del Metro de Caracas?
¡Desarma la violencia, anótate a la paz tú antes que nadie!
¡Tú, el que no apareces en ninguno
de esos afiches!
¡¿Por qué escondes la cara?!
¿Cuándo lo harás?
¿Cuándo lo haremos?
¿Cuándo la paz dejará de ser un discurso de para aqueos
y una emboscada para troyanos?

VI
Yo estoy muerto
Tirado en la misma fosa común
Donde están
los que de tanto soñar despiertos
murieron con el cerebro colapsado
de tanto pensar y hacer y sentir
y todo al mismo tiempo
Ambiciosos que creímos
Que podríamos hacer del mundo
Algo mejor para todos
Pero terminamos
Rodeados y solitarios
Lanzando palabras al vacío
hondo de la inercia social
de la cual participan sobre todo
los que quieren escribir para la paz
Pero no en paz ni por la paz.
A nosotros nos mataron ustedes
Que lo único que aprendieron
A hacer con sus manos
Fue escribir loas al Poder.
Nosotros estamos con los
Derrotados, por eso
Ya no complacemos a nadie
Porque no tenemos nada que perder.
Llamennos, sólo llámennos
Cuando vayamos todos a escribir
el presente para nuestros hijos
Sin palabras inocuas,
Sin arar en el mar
Y sin que la paz sea un acuerdo
firmado sobre la arena
como siempre
en esta Gran Colombia
de cuero seco
Desde el Esequibo
Hasta, (¡Que irónico!)
El Pacífico.
Aquí es donde termino y temo por ti
Fantasioso país en movimiento inerte
que ayer estaba al borde del abismo
y hoy da un paso al frente

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