viernes, 9 de julio de 2021
Realidad, hipocresía y muerte
Lo que percibimos como realidad es un constructo social. Las verdades son siempre duales. Nunca sucede una sola cosa a la vez. La realidad es múltiple, oscura, confusa, diversa, divergente. Todo lo que podemos decir de ella se puede reducir a simple discurso, simple opinión, subjetividad nacida de nuestra propia cosmovisión desde la cual queremos adjetivar el mundo y nos empeñamos en juzgar al otro, desconocerlo, matarlo sea física o moralmente. Y yo estoy harto de todo esto y de la gran hipocresía global que lleva implícita. No sé si lo que hace falta es otro humanismo o, más bien, otra humanidad.
lunes, 21 de junio de 2021
De parte de los muertos
DE PARTE DE LOS MUERTOS
"¡Tun tun! ¿Quién es?
-Gente de paz..."
I
¿Y por la paz de Venezuela
para que cesen los partidos,
se consolide la unión
y Bolívar descienda tranquilo
a nuestras famosas catacumbas,
cuándo escribiremos?
¿Cuando se nos acaben
las flores que comemos
en marcha a esa utopía
que sirve para avanzar
hacia un horizonte
perfectamente delineado
chato de prejuicios?
¿Cuando los niños nos pregunten
ya grandes, "papá, qué es la paz";
porque por vivir en pie de lucha
de batalla en batalla
en guerrilla comunicacional
conmemorando fechas bélicas
Rodilla en tierra
Bayoneta calada
nunca lo supieron,
porque les metimos en la cabeza
que todos estos eufemismos
de la guerra, cada siguiente día
a nuestra lucha, "mi lucha",
veía Dios que eran buenos?
¿Cuando dejemos de comer cuentos,
devorar relatos,
correlatos, metarrelatos,
masticar narrativas regurgitadas
por el ave rapaz,
con mucha techné y cero poesía
mientras llega el ejército de marines
y se va el ejército de los dólares
al cual le abrimos las piernas
y las puertas de los bancos?
Leon Uris lo sabía:
"Ahora mismo miles de estos
Soldaditos verdes invaden el mundo,
es el mayor ejército invasor
de la historia"...
más peligrosos que los boinas verdes
son los billetes verdes.
II
Lástima, nación mía, que te vean
como en el mapa
como la animalita
de las piernas abiertas
de América Latina.
Paridora de próceres por parto natural
Y gallina ponedora para los
practicantes de cesáreas
que dan al César lo que es del pueblo.
¿Por qué miras para ese lado
en el mapa?
Como el caballo blanco
animalito de mi escudo
Que va sin riendas, a todo galope
Indómito, soberbio, ingenuo,
Inconsciente del peligro
que acecha al final de nuestro
monótono arco iris
¿Por qué, animalito mío
de mi corazón, ves para ese lado?
¿Le pregunto al señor que ponía
el globo terráqueo al revés en la TV
y que sacaron del aire
cuando se puso inoficial?
¿Quién sería más tuerto entre él
y el cíclope que lo expulsó
del juego?
No me preguntes cuándo
Dejaron de escribirte a ti
Para escribirse a sí mismos
y sus perfectas convicciones.
No me preguntes cuándo te dejaron
A tu suerte
Tú que creciste en el cautiverio de la colonia, sujeto,
Y te soltaron de repente
a la selva oscura de la supervivencia posmoderna
Lanzado como un objeto.
Sólo un muerto se acordó
de que debías comer
Los demás te dieron la espalda
o te contemplaron maravillados
de tu hermosa estampida
sin advertir que huías de nosotros
Nadie se acordó que las herraduras
son para pisar firme
por tiempo prolongado
Pero perdidas tus herraduras,
gastados ya tus cascos
en la selva pedregosa
¿Quién te templa el acero ahora
Para que vuelvas, ¡carajo!?
Mira, Libertad de Delacroix,
Mira hacia delante y
Detén tu carrera,
Napoleón es ahora un tirano.
Detengamos este caballo desenfrenado
De cascos desgastados
De crin desaliñada
¡Vuelvan todos, si quieren
paz de verdad!
Y no sólo un discurso
Para quedar bien
Con el jinete irresponsable
De nuestro ocaso.
III
¿Cuándo le escribimos, pues
a la paz de Venezuela?
¿Cuando deje de tener vigencia
la pregunta célebre
"Duerme usted, señor Presidente"?
¿Está usted en paz consigo mismo?
¿Le basta con acusarnos de trasnochados?
¿Acaso no se trasnocha el padre
Cuando se preocupa por su hija
Y se ocupa en atenderla?
¿Acaso no se trasnocha el estudiante
Cuando intenta prever su futuro
Y no puede y se indigna?
¿No tiene derecho a manifestar
Su preocupación trasnochándose
En una vigilia, vela en mano?
¿Acaso no se trasnochan la esposa
Y el esposo, preocupados, para ocuparse en el cuido mutuo?
¿Acaso no se trasnocha el amante
Que extraña a su amada
En otro país,
Y lo único que puede hacer es
nada salvo preocuparse
desprendiendo los pétalos del tiempo?
¿Acaso no se ha trasnochado usted
Señor presidente, o sólo duerme
Aun sabiendo que hay peligro
Y la noche es larga y tensa
Y nadie hay que le oiga?
¿Alguna vez padeció trasnocho?
¿Alguna vez se ha preocupado?
¿Acaso la vigilia es un pecado?
¿Acaso estas pobres metáforas
delinquen contra el Estado?
Qué fastuosa su paz de alfombra roja
¿Cuándo no es Pascua en diciembre,
Zar de los suplementos alimenticios?
¿Cuándo descenderá usted también
a estas catacumbas
en que nos trasnochamos
los que, muertos en este
inmenso campo de paz,
silencio y resignación
escribimos tantas elegías a diario?
"Bajo la luz de la luna
danzan los esqueletos"
IV
¿Cuándo le escribimos, pues,
Magnánimos poetas oficiales
Consagrados funcionarios
eximios militantes,
firmantes de este segundo pacto
que excecra al trasnochado
eterno "coco" de las hegemonías,
fantasma que camina y recorre
esta tierra de-(s)-gracia?
¿Cuándo habrá humildad y dolor
en vuestros versos arrogantes?
V
Y usted, el que ostenta un solo oído,
cómo Van Gogh (lo felicito),
para escuchar sólo lo que le conviene
de ese ladito predilecto del que
paga bien, siempre
a la diestra del Dios Padre
Todopoderoso, todotentacular...
¿Cuando le dedicará usted
un canto a las víctimas
de esta paz monocorde?
¿Cuando "el hacha de los santos"
se (tras)torne en Torquemada?
¿Cuándo, díganme ustedes
honorables intelectuales,
elocuentes creadores, imaginadores
inmaculados, incorruptibles
¡incapaces!
... de romper un plato
o alterar la paz frente a la lápida,
producirán una obra que salve
el alma y la ventura de nuestros hijos?
¿Cuándo sean sus propios rostros,
los más gobierneros,
los que puedan anotarse para hacer
propaganda contra el desarme
en los afiches del Metro de Caracas?
¡Desarma la violencia, anótate a la paz tú antes que nadie!
¡Tú, el que no apareces en ninguno
de esos afiches!
¡¿Por qué escondes la cara?!
¿Cuándo lo harás?
¿Cuándo lo haremos?
¿Cuándo la paz dejará de ser un discurso de para aqueos
y una emboscada para troyanos?
VI
Yo estoy muerto
Tirado en la misma fosa común
Donde están
los que de tanto soñar despiertos
murieron con el cerebro colapsado
de tanto pensar y hacer y sentir
y todo al mismo tiempo
Ambiciosos que creímos
Que podríamos hacer del mundo
Algo mejor para todos
Pero terminamos
Rodeados y solitarios
Lanzando palabras al vacío
hondo de la inercia social
de la cual participan sobre todo
los que quieren escribir para la paz
Pero no en paz ni por la paz.
A nosotros nos mataron ustedes
Que lo único que aprendieron
A hacer con sus manos
Fue escribir loas al Poder.
Nosotros estamos con los
Derrotados, por eso
Ya no complacemos a nadie
Porque no tenemos nada que perder.
Llamennos, sólo llámennos
Cuando vayamos todos a escribir
el presente para nuestros hijos
Sin palabras inocuas,
Sin arar en el mar
Y sin que la paz sea un acuerdo
firmado sobre la arena
como siempre
en esta Gran Colombia
de cuero seco
Desde el Esequibo
Hasta, (¡Que irónico!)
El Pacífico.
Aquí es donde termino y temo por ti
Fantasioso país en movimiento inerte
que ayer estaba al borde del abismo
y hoy da un paso al frente
domingo, 20 de junio de 2021
Mensaje para el final de la noche en el Día del Padre
Me llamo Isaac...
Morales es mi apellido paterno.
Lo poco que sé del hombre que puso su libido para gestarme, lo hace desmerecer el título de Padre.
Fue una tormenta que pasó por mi casa.
Un aullido de lobos en la noche montañosa.
Un cascabel de sorna contra la mujer.
Un manantial de vómitos colosales.
Un perro herido que sólo aprendió a morder a quien tocaba su herida
Una huella indeleble en lo aciago de mi infancia,
en el desasosiego de las carencias,
Hasta que un día descubrí
que mi padre era yo mi mismo
que mi padre debía ser yo mismo
que yo estaba obligado por la vida
a ser mi propio padre
que yo mismo debía ser todo lo que yo hubiese querido tener como padre
difícil tarea esta de desdoblarse, de asumir el rol de un personaje desconocido sacado de una hoja en blanco
tal vez manchada a rayones.
Debí ser lo que nunca tuve
Hacer lo que ningún hombre hizo por mí jamás:
trabajar, estudiar, sostener, cuidar, aconsejar, sacrificarme por mí mismo, ser yo mismo Isaac y Abraham a la vez...
Aprender a suicidarme no fue fácil
costó horas infinitas de insomnio
Costó una condición psicolingüística de hipergrafía
Costó ser al mismo tiempo cosas contrarias, antítesis
ver lo complementario en todo lo que me estorbaba,
Ver el estorbo en todo lo que me facilitaba la vida
Yo debía aprender, y para ello me reprendí, me regañé,
Debí aprender a ver el lado positivo de los defectos y el negativo de las virtudes
Cometer autoburla
Darme corrientazos con los cables de la amistad
Machacarme las uñas con el martillo del amor
Cortarme los dedos con el cuchillo de la convicción
Pisarme la mano al cerrar las puertas que cerré estruendosamente detrás de mí
Convivir con el dolor de la vida
Ser mi propia columna, mi propio apoyo, mi propia reprimenda para ser mejor cada día...
En todo este proceso no me quedó otra opción que aprender a perdonar al de la libido que me procreó
Perdonar a Dios, perdonar al mundo,
Tuve que aprender a perdonarme a mí mismo también, perdonar a quien me faltaba, a quien me fallaba, a quien me sobraba y a quien oprimía
Todos eran yo mismo
Caí en cuenta un día de que no podemos culpar a nuestros padres de las insanías propias
Que todos estamos plagados de defectos, que nuestros hijos son seres susceptibles e impresionables y el más mínimo error nuestro queda tatuado en su subconsciente.
Pero olvidan... Gracias a Dios, los niños olvidan...
Restan importancia a lo que no les da alegría. Así deberíamos ser todos.
Perdonar y luego olvidar...
De qué sirve la memoria si mantiene vivo el trauma, abiertas heridas que no cicatrizan, dolores que no se alivian...
La memoria debe ser un río, no un charco.
Y la vida un viaje, no un destino.
Estamos destinados es a viajar, a conocer el mundo, a perdonar y a avanzar, avanzar, avanzar...
Dejar lo que sobra atrás...
Olvidar sin despedidas...
Abandonar sin dolor...
Avanzar con fe...
Yo tuve un padre.
No supe quién era en realidad.
O ya olvidé
si era un hombre despreciable, si era Dios, si era yo mismo.
Si tuviera que escoger uno, sin duda sería a Dios, pero no a uno impuesto, imperturbable, indolente, represivo
Sino a uno que llevo conmigo
Aquí
Justo en medio de los otros dos padres que tuve
Que se la pasaban discutiendo
Justo en medio del biológico y el psicológico
Que nunca tuvieron la oportunidad de conocerse...
Yo me llamo Isaac
Morales es mi primer apellido
Fernández es mi segundo apellido
Y ya
Para los fines prácticos de la vida
Eso es lo que importa.
Que me llamo Isaac
Y no importa si nunca tuve un padre.
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